¿Cuál es el propósito del video inspección de tuberías de drenaje?

09.11.2015 09:44

A menudo recibimos llamadas  o emails  de compañías y personas,  solicitando el servicio  video inspección en alguna sección  del drenaje de su vecindario, o en alguna sección interna del lote  en donde se encuentran sus domicilios o industrias. Con la intención de que  este procesos  indique   las condiciones en que  se encuentran  las tuberías de drenaje y se enfoque a resolver  algún  problema existente.

En muchas ocaciones suelen ser llamadas de desesperación, sin comprender las razones e implicaciones que conllevan el realizar o poner una cámara de video inspección en el drenaje, con la idea talvez de que una vez identificado el problema pueda resolverse de marea rápida y expedita. El proceso de video inspección  de las tuberías es una técnica de diagnóstico para obtener un examen minucioso sobre  las condiciones en que se encuentran las tuberías. Las tuberías generalmente sufren cambios estructurales, naturales como aquellas generadas por el entorno. Como lo son los asentamientos diferenciales, acumulación de sedimentos, corrosión interna por verter químicos extraños al propósito original, obstrucción de objetos extraños  o la presencia de problemas de mayor envergadura como lo son fugas, incursión de raíces de árboles o malezas, rompimiento de juntas, fallas estructurares de las tuberías por fracturas, cambios de pendientes en secciones de las tuberías por mencionar solo algunos.

 

Sin embargo, la video inspección perse no resuelve el problema. El  video inspección es una  herramienta de diagnóstico para obtener una  imagen visual del estado en que se encuentran las tuberías de drenaje. Es el equivalente  a un examen laparoscópico que se le  práctica al sistema de digestivo del ser humano.  Para ello se requieren, realizar una serie de exámenes adicionales a las tuberías para la corrección del  problema.

La buena noticia, es que  existen soluciones  destructivas y  soluciones no destructivas. Las soluciones destructivas, son aquellos que implican, la destrucción de la infraestructura preexistente donde subyacen las tuberías  para el reemplazamiento de  ellas. Con independencia de se sepa puntualmente que se tiene que reparar o reemplazar.

 

Las soluciones  no destructivas,  son aquellas que permiten la corrección  de problemas  en las tuberías mediante  la colocación, o introducción de  una nueva tubería en el interior de la existente. Con el uso de este método de rehabilitación, se  evita las molestias de excavaciones, juntas frías, movimientos de tierras y muchos problemas adicionales que conlleva una reparación de tuberías enterradas bajo los procedimientos convencionales de destrucción.

Existen en el mercado, una gama de soluciones para este tipo, entre las más importantes encontramos a MaxiLiner, PermaLiner, entre otras.

¿Qué se requiere para realizar un video inspección?

 

Por lo general es recomendable que las líneas estén desazolvadas, es decir limpias de cualquier obstrucción y lodos que impidan la obtención de imágenes  nítidas que puedan reflejar el  estado real de la tubería.  Así como la identificación de  líquidos que se vierten en las tuberías. El desazolve previo es siempre necesario y una precondición para una diagnóstico eficiente y efectivo.

En muchos casos, al no estar desazolvadas las líneas de drenaje, se corre el riesgo de  atascar las cámaras de video inspección,  y por lo general se concluye en  un trabajo inútil y sin resultados.  Por otro lado, es importante la identificación la presencia de hidrocarburos y la presencia de gases inflamables, para evitar  explosiones  en áreas de alta concentración de metano.

No todas las cámaras de video inspección cumplen con este requisito, por lo que antes de realizar cualquier  trabajo, verifique que sus equipos soporten las condiciones de inspeccionar en condiciones de presencia de metano o de líquidos flamables, o llámenos para ayudarle en la selección de su equipo.

SONELI distribuye una gama amplia de sistemas de video inspección, que van desde cámaras de empuje manuales, de 60 a 120 metros, hasta sistemas totalmente robotizados.